Fred Ritchin, Después de la fotografía.
Cuando se invento la fotografía,esta tomaba horas en ser revelada mediante procedimientos complejos que nos remitían a un acto alquímico e incluso mágico... Cuando existía únicamente la maquina de escribir, hacer un poema, una novela o un cuento nos exigía devoción y entrega. Crear suponía un acto que solo pocos tenían la gracia de lograr. Hasta que a finales del s. XX una revolución tecnológica comandada por empresas millonarias como IBM, Apple, o Windows, nos regalo la opción de poder ser creadores, de manipular lo digital en la palma de nuestras manos... ¿ O que lo digital nos manipule? Ritchin nos habla de la mutación que ha llevado la era tecnológica en los últimos 20 años, y su repercusión en la gente, nos habla del cambio de lo análogo a lo digital, de la materia, a los bytes. "Lo digital se basa en una arquitectura de abstracciones infinitas y repetibles en las que el original y copia son lo mismo; lo análogo envejece y se pudre..." dicta el autor